El Síndrome de Estocolmo es una reacción psíquica en la cual la víctima de un secuestro,
o persona retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación
de complicidad con quien la ha secuestrado. En ocasiones, dichas
personas secuestradas pueden acabar ayudando a sus captores a alcanzar
sus fines o a evadir a la policía.
Debe su nombre a un hecho curioso sucedido en la ciudad de Estocolmo (Suecia).
En 1973 se produjo un atraco en el banco Kreditbanken de la mencionada
ciudad sueca. Los delincuentes debieron mantener como rehenes a los
ocupantes de la institución durante 6 días. Cuatro personas —tres
mujeres y un hombre— fueron tomadas como rehenes, pero una de las
prisioneras se resistió al rescate y a testificar en contra de los
captores. Otras versiones indican que esa mujer fue captada por un
fotógrafo en el momento en que se besaba con uno de los delincuentes. Y
se negaron a colaborar en el proceso legal posterior.
Cosa rara el ser humano...
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