martes, 27 de diciembre de 2011

Solo te pido una sonrisa más, para saber como sonreir de aquí en más
Solo quisiera hacerte el mejor favor para que mi culpa se vaya como el Sol,
y la Luna no me reproche lo que el tiempo no me dejó vivir con vos.

Te voy a llevar para siempre en el corazón, te lo prometo.
Gracias por tanto y perdón por tan poco.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Es una mezcla rara. Tengo una especie de misantropia. Quisiera ser un ente (y no un ser) en el medio de la nada misma.. una semana, al menos. Pero a la vez siento que todo marcha bien, que msi esfuerzos en ciertas cosas sirvieron para algo, al fin y al cabo. Que tengo muchas cosas que hacer en la vida todavia, y que no me alcanza el tiempo. Pero tampoco confio en la gente. Y a la vez vivo en una permanente nube de utopias, generalmente sociales. Y a ahora tengo miedo de que se desate sobre mi la Teoria del Caos. Por lo menos dejame respirar hasta las vacaciones, son 15 dias en la playa, nada mas. Che, todo es raro. Los dedos no son raros? un puente no es raro? una fruta no es rara?.
Creo que estoy durmiendo poco.

martes, 22 de noviembre de 2011

Cuento sin moraleja

Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, esloganes, membretes y falsas ocurrencias.

Por fin el hombre supo que habia llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del pais, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café.

-Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar facilmente un destino histórico retrospectivo. -Traducí lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete. -Habla en argentino, Excelencia. -¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? -Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.

El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. -Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podra decirlas. -¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café. -Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frio, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.

Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.

Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegandole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.

Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.

Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.


(sos tan capo, TAN capo!)

domingo, 20 de noviembre de 2011

L'esprit de l'escalier

L'esprit de l'escalier (en francés: el ingenio de la escalera) es una expresión francesa que describe el acto de pensar en una respuesta ingeniosa cuando es demasiado tarde para darla. Este fenómeno viene usualmente acompañado de una sensación de pesar y arrepentimiento, una "consciencia intranquila". Fue acuñada por Denis Diderot, el enciclopedista francés, en su Paradoxe sur le Comédien.

La frase se utiliza cuando nos viene a la cabeza un insulto o una réplica ingeniosa demasiado tarde, cuando ya estamos bajando la escalera de la tribuna, habiendo perdido la oportunidad de lanzarlos. Data de la época en que la palabra esprit, que significa espíritu o mente, se usaba comúnmente para designar el ingenio.

La expresión, en general, también puede indicar el estado resultante de la frustración por la falta de respuesta que puede hacer que cualquiera se convierta en la víctima, tanto que es usada en psicología, con la variante de «síndrome de l'escalier».

Jean-Jacques Rousseau, que se reconoce como angustiado por el punto más alto en el espíritu de las escaleras, se extiende largamente en sus Confesiones sobre todas las meteduras de pata que cometió en sociedad, y que en gran medida ayudaron a que se convirtiera en un misántropo. Dijo sobre sí mismo que era mejor en "conversaciones por correo".

domingo, 6 de noviembre de 2011

Necesito alguien que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza,
que cocine guisos de madre,
postres de abuela y torres de caramelo

Que ponga tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando,
y que cuelgue mi mente de una soga,
hasta que se seque de problemas y me lleve...

Y que esté en mi cama viernes y domingos
para estar en su alma todos los demás días de mi vida.
Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui,
y que sepa servir el té, besarme después y echarse a reir.

Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa, si total me voy a desvestir
para amarla, para amarla.

Necesito alguien que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza,
que cocine guisos de madre,
postres de abuela y torres de caramelo.

Si conocen alguien así
yo se los pido,
que me avisen porque es así
totalmente quien necesito.


Ok, es todo. Lo dije (lo dijeron, bah).

lunes, 24 de octubre de 2011

Lo importante es desear y no ser un muerto vivo..

Canción, canción, canciones de liberación.

domingo, 9 de octubre de 2011

Conversaciones de colectivo

- "[...] y ayer soñe con mi abuelita. Soñé que estaba desesperado porque tenía que vender mis rosas, y mi abuelita aparecía y me decía que yo iba a poder, que las iba a poder vender todas".
- Vas a poder, vas a ver que tu abuela te está ayudando desde el cielo.


(Uno de esos momentos en los que odio no tener dinero encima..)

lunes, 26 de septiembre de 2011

Otra gran verdad

Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Nivel de tolerancia: -50%

viernes, 9 de septiembre de 2011

No hay nada más lindo (o escalofriante) que sentir tanta empatía por un personaje de una novela, sentirse tan identificado, sentirse en la piel, entenderlo.
Eso mismo me pasó anoche, leyendo "El caballero inexistente".

Agilulfo Emo Bertrandino de los Guildivernos y de los Otros de Corbentraz y Sura.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Nivel de tolerancia actual: 0%

lunes, 1 de agosto de 2011

Deberíamos ser como vos


(me enferma que se corte abajo, me pongo loca)

martes, 5 de julio de 2011

Espejo



Mezcla de melancolía, fuerza y debilidad.
Ayer, hoy, y mañana, tal vez.
Así, como el tema, como la letra.
Ser JUSTO es mas difícil que ser BUENO en la vida.
Y llenarse de PALABRAS es mas fácil que demostrar con ACCIONES.

(qué novedad, no?)

domingo, 19 de junio de 2011

Hay momentos que los describiría como un camino. Cuando intersecta con Decisión, un cartel se interpone con la leyenda "Racional, gire a la derecha". Y cuando girás, otro dice "Sentimental, gire a la derecha". Y así se entra en un círculo vicioso constante.